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World Telecommunication Development Conference 2014

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Statement by Mr. Pablo Bello, Secretary-General, Ibero-American Association of Research Centres and Telecommunications Firms


​América Latina está en un momento expectante. Como pocas veces en nuestra historia, tenemos hoy la oportunidad de dar el salto definitivo hacia el desarrollo. Para ello, indudablemente, es indispensable nuestra plena integración a la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Esta oportunidad histórica se sustenta en los cambios que se han gestado durante los últimos 10 años, donde gran parte de los países de la región han acelerado su capacidad de crecimiento y se expandieron a un ritmo superior al de la media mundial y de los países avanzados. Los avances más significativos se han concretado en materia de reducción del desempleo, de la pobreza y de la indigencia, pero también hay señales positivas en materia distributiva.

Si bien se ha logrado reducir la brecha con “el primer mundo” en esta carrera por el desarrollo, persisten en América Latina carencias derivadas de su estructura productiva, aún muy dependiente de la explotación de recursos naturales con bajo valor agregado y la precaria especialización de la producción.

Según CEPAL, una gran parte del empleo se concentra en el estrato de productividad más baja, el cual, a su vez, contribuye en menor medida al crecimiento económico. Los sectores de menor productividad de la región contribuyen al 11% del PIB pero representan el 50% del empleo. Como resultado, la productividad laboral de la región permanece básicamente estancada desde hace más de 30 años .

Es por ello que las Tecnologías de la Información son esenciales para que la región pueda dejar atrás la pobreza y la exclusión. Tecnologías de la Información para mejorar los procesos productivos, para incrementar el valor agregado de la economía, para fortalecer la educación de la población, para mejorar el acceso de los ciudadanos a servicios básicos de calidad, para fortalecer las instituciones y la Democracia. En definitiva, Tecnologías de la Información para generar progreso e igualdad de oportunidades.
Más que un deseo, cerrar la brecha digital en América Latina es hoy en día una necesidad imperiosa. El único camino de América Latina para seguir adelante.

El cierre de la brecha digital requiere inversiones muy significativas en los próximos años. Es por ello que resulta vital el construir un entorno favorable para el despliegue de la infraestructura de telecomunicaciones. Es esencial tener un marco regulatorio razonable, estable y transparente, que garantice una rentabilidad adecuada de las inversiones, y que permita consolidar un círculo virtuoso de competencia sustentable.

Una estrategia fundamental es seguir apostando por la inversión y la competencia de redes. La mayoría de los países que han avanzado en la región, han destacado por una importante inversión en infraestructura en un entorno favorable para la competencia, pero a ello deben sumarse más esfuerzos para lograr la creación de un ecosistema digital, basado en una alta calidad de la infraestructura de telecomunicaciones, para incrementar la percepción del valor de la conectividad por parte de las familias, las microempresas y pequeñas empresas. En definitiva, se trata de alinear intereses públicos y privados para consolidar un círculo virtuoso sostenible.

En este contexto, la confianza mutua y la construcción de desafíos compartidos entre los actores públicos y privados es clave para lograr avances sustanciales en el medio y largo plazo.
En AHCIET creemos que América Latina puede cerrar la brecha digital con los países más avanzados en la presente década. Pero ello requiere un esfuerzo importante, con sentido de urgencia, de todos los actores para apalancar inversiones que permitan el despliegue de las infraestructuras necesarias y el fortalecimiento del ecosistema digital. A este esfuerzo histórico le hemos llamado el “Desafío 2020”.

Para  alcanzar a los países desarrollados, América Latina deberá invertir en telecomunicaciones USD 44 mil millones promedio anual en el período 2011-2020.  Esto representa un 8% más que lo que invertiría el mercado siguiendo su ritmo histórico.  El promedio anual de inversiones per cápita para el quinquenio 2007-2011 fue de 44USD. Para alcanzar el Desafío 2020, la proporción promedio 2013-2020 deberá ser de 66USD.

Es indispensable contar con políticas claras que estimulen la inversión, que complementen el esfuerzo de las empresas con políticas públicas focalizadas en las zonas menos rentables, que facilite el despliegue de las infraestructuras, que estimule la oferta de valor sobre las redes y favorezca el desarrollo armónico del ecosistema digital.

Este último es uno de los aspectos más relevantes para la sostenibilidad de Internet. No es viable desde el punto de vista económico el invertir en redes para dar cuenta del crecimiento de la demanda de datos, en un entorno de reducción de precios, restricciones significativas a los modelos de comercialización y las exigencias crecientes en materia de calidad de servicio. Los reguladores y los policy makers deben entender las dinámicas de las decisiones de inversión y contribuir al crecimiento sostenible del ecosistema digital.

El ecosistema digital naturalmente depende de las redes y de los proveedores de servicios sobre Internet. Lo que no es razonable es la asimetría en la carga regulatoria y fiscal que enfrentan los distintos actores actualmente, en un contexto en el que las fronteras de los servicios finales es cada vez más difusa. Dicho de otra forma, ¿en qué difiere la telefonía o la mensajería tradicional de aquella provista por operadores sobre la red? Para el usuario final la diferencia es mínima, sin embargo las regulaciones de una y otra difieren de forma radical.

Ello pone en cuestión además el alcance de la regulación nacional en un contexto de actores globales que están ofreciendo servicios crecientemente sustitutivos de los operadores locales, sin regulaciones o permisos, sin generar empleo, sin pagar impuestos.
Aspectos tan relevantes como la protección de datos o la privacidad son expresión evidente de la necesidad de incorporar regulaciones globales sobre los servicios en la red, al mismo tiempo que flexibilizar las normativas nacionales en materia de modelos de negocios para los operadores, de tal forma que ambos actores puedan desarrollarse de forma sostenible en el tiempo, para beneficio de los ciudadanos.

Es necesario promover la interoperabilidad de las aplicaciones de Internet y de servicios comunicación y de mensajería para mejorar la experiencia del consumidor y fomentar la competencia, de no actuar en ese sentido se crearan nichos cerrados cercenando la libertad de interconexión lograda hasta hoy.

Con el fin de lograr un futuro sostenible, se necesita crear un ambiente de más colaboración y entendimiento mutuo entre operadores de telecomunicaciones, proveedores de servicios en la red, gobiernos y reguladores, de tal forma de buscar equilibrios que favorezcan la inversión en infraestructuras, el desarrollo de más y mejores servicios competitivos basados en Internet, más opciones para los usuarios y la mejor calidad de servicio. Más allá de los debates de corto plazo, solo del entendimiento respecto de los desafíos comunes y de la relevancia estratégica de cooperación público-privada es que lograremos cerrar las brechas y brindarle a los ciudadanos, en definitiva, más oportunidades de progreso.