Resumen

Los empalmes constituyen puntos críticos de la red de fibra óptica, ya que influyen mucho no sólo en la calidad de los enlaces sino también en la duración de los mismos. De hecho, el empalme garantiza la estabilidad y alta calidad de funcionamiento a lo largo del tiempo. Se suele decir que un empalme es de alta calidad cuando la pérdida que se produce en él es reducida y su resistencia a la tracción se acerca al nivel de prueba de la fibra. Los empalmes deberán ser estables durante la vida útil para la que se ha diseñado el sistema en las condiciones ambientales previstas.

En la actualidad se pueden utilizar dos tecnologías, por fusión y mecánica, para empalmar fibras ópticas de cristal y la elección de una y otra depende de la calidad de funcionamiento esperada y de consideraciones relativas a la instalación y el mantenimiento. Los empalmes se diseñan de modo que permitan conexiones permanentes.