ITU-T Recommendations

En esta Recomendación se indica un procedimiento para la protección de las líneas de telecomunicación que utilizan conductores metálicos (pares simétricos, cables coaxiales o cables de fibra óptica) contra las descargas directas de rayos en la propia línea o en estructuras en las que entra la línea.
El procedimiento se basa en la representación de la línea mediante una secuencia de secciones y la evaluación del número de daños anuales causados por descargas directas de rayos en cada sección y en las estructuras conectadas a la línea. Este número se multiplicará por la pérdida correspondiente para obtener el riesgo de fallo debido a las descargas directas de rayos. Con la suma de los riesgos de cada sección de línea, así como de los riesgos de las correspondientes estructuras conectadas a la línea, se obtiene el riesgo total de la línea.
El riesgo de daño debido a descargas directas de rayos puede utilizarse para evaluar el riesgo de un sistema más grande del que sea parte la línea de telecomunicaciones, de conformidad con IEC 62305-2. También el propietario de la línea (por ejemplo, el operador de telecomunicaciones) puede utilizar el riesgo calculado para evaluar la necesidad de aplicar medidas de protección adicionales en la línea. En ese caso, el riesgo calculado (Rd) se comparará con el riesgo tolerable debido a descargas directas de rayos (RTd), calculándose este último de acuerdo con la Recomendación UIT-T K.72. Si el riesgo calculado es inferior al límite tolerable, la línea está adecuadamente protegida. En caso contrario, será necesario aplicar medidas de protección adicionales hasta que el riesgo de daño sea inferior o igual al límite tolerable.
En diversas partes de esta Recomendación se hace referencia a la corriente por ruptura de la cubierta del cable (Is) y la corriente de prueba (It), por lo que la evaluación de esos parámetros se encuentra en los Anexos A y B, respectivamente. Los Apéndices se organizan de la siguiente manera: en el Apéndice I se dan orientaciones para la evaluación de la pérdida prevista por daños (L); y en el Apéndice II se argumenta sobre el efecto protector de los hilos de guarda.