1. Nosotros, los
representantes de los pueblos del mundo, reunidos en Ginebra del 10 al 12 de
diciembre de 2003 con motivo de la primera fase de la Cumbre Mundial sobre la
Sociedad de la Información, declaramos nuestro deseo y compromiso comunes de
construir una Sociedad de la Información centrada en la persona, integradora y
orientada al desarrollo, en que todos puedan crear, consultar, utilizar y
compartir la información y el conocimiento, para que las personas, las
comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente sus posibilidades en la
promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su calidad de vida,
sobre la base de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas
y respetando plenamente y defendiendo la Declaración Universal de Derechos
Humanos.
2. Nuestro
desafío es encauzar el potencial de la tecnología de la información y la
comunicación para promover los objetivos de desarrollo de la Declaración del
Milenio, a saber, erradicar la pobreza extrema y el hambre, instaurar la
enseñanza primaria universal, promover la igualdad de género y la autonomía de
la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud materna, combatir el
VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades, garantizar la sostenibilidad del
medio ambiente y fomentar asociaciones mundiales para el desarrollo que permitan
forjar un mundo más pacífico, justo y próspero. Reiteramos asimismo nuestro
compromiso con la consecución del desarrollo sostenible y los objetivos de
desarrollo acordados, que se señalan en la Declaración y el Plan de Aplicación
de Johannesburgo y en el Consenso de Monterrey, y otros resultados de las
Cumbres pertinentes de las Naciones Unidas.
3. Reafirmamos
la universalidad, indivisibilidad, interdependencia e interrelación de todos los
derechos humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al
desarrollo, tal como se consagran en la Declaración de Viena. Reafirmamos asimismo
que la democracia, el desarrollo sostenible y el respeto de los derechos humanos
y las libertades fundamentales, así como el buen gobierno a todos los niveles,
son interdependientes y se refuerzan entre sí. Estamos además determinados a
reforzar el respeto del imperio de la ley en los asuntos internacionales y
nacionales.
4.
Reafirmamos, como fundamento esencial de la Sociedad de
la Información, y según se estipula en el Artículo 19 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos, que todo individuo tiene derecho a la libertad de
opinión y de expresión, que este derecho incluye el de no ser molestado a causa
de sus opiniones, el de investigar y recibir información y opiniones, y el de
difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. La
comunicación es un proceso social fundamental, una necesidad humana básica y el
fundamento de toda organización social. Constituye el eje central de la Sociedad
de la Información. Todas las personas, en todas partes, deben tener la
oportunidad de participar, y nadie debería quedar excluido de los beneficios que
ofrece la Sociedad de la Información.
5.
Reafirmamos nuestro compromiso con lo dispuesto en el
Artículo 29 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, a saber, que toda
persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede
desarrollar libre y plenamente su personalidad, y que, en el ejercicio de sus
derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente
sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar
el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de
satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar
general en una sociedad democrática. Estos derechos y libertades no podrán en
ningún caso ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de las
Naciones Unidas. De esta manera, fomentaremos una Sociedad de la Información en
la que se respete la dignidad humana.
6. De conformidad con el espíritu de la presente
Declaración, reafirmamos nuestro empeño en defender el principio de la igualdad
soberana de todos los Estados.
7. Reconocemos
que la ciencia desempeña un papel cardinal
en el desarrollo de la Sociedad de la Información. Gran parte de los elementos
constitutivos de esta sociedad son el fruto de los avances científicos y
técnicos que han sido posibles gracias a la comunicación mutua de los resultados
de la investigación.
8. Reconocemos que la educación, el conocimiento, la
información y la comunicación son esenciales para el progreso, la iniciativa y
el bienestar de los seres humanos. Es más, las tecnologías de la información y
la comunicación (TIC) tienen inmensas repercusiones en prácticamente todos los
aspectos de nuestras vidas. El rápido progreso de estas tecnologías brinda
oportunidades sin precedentes para alcanzar niveles más elevados de desarrollo.
La capacidad de las TIC para reducir muchos obstáculos tradicionales,
especialmente el tiempo y la distancia, posibilitan, por primera vez en la
historia, el uso del potencial de estas tecnologías en beneficio de millones de
personas en todo el mundo.
9. Somos conscientes de que las TIC deben considerarse un
medio, y no un fin en sí mismas. En condiciones favorables, estas tecnologías
pueden ser un instrumento eficaz para acrecentar la productividad, generar
crecimiento económico, crear empleos y fomentar la ocupabilidad, así como
mejorar la calidad de la vida de todos. Pueden, además, promover el diálogo
entre las personas, las naciones y las civilizaciones.
10. Somos plenamente conscientes
de que las ventajas de la
revolución de la tecnología de la información están en la actualidad
desigualmente distribuidas entre los países desarrollados y en desarrollo, así
como dentro de las sociedades. Estamos plenamente comprometidos a convertir la
brecha digital en una oportunidad digital para todos, especialmente aquellos que
corren peligro de quedar rezagados y aún más marginados.
11.
Estamos empeñados en materializar nuestra visión común
de la Sociedad de la Información, para nosotros y las generaciones futuras.
Reconocemos que los jóvenes constituyen la fuerza de trabajo del futuro, son los
principales creadores de las TIC y también los primeros que las adoptan. En
consecuencia, deben fomentarse sus capacidades como estudiantes,
desarrolladores, contribuyentes, empresarios y encargados de la toma de
decisiones. Debemos centrarnos especialmente en los jóvenes que no han tenido
aún la posibilidad de aprovechar plenamente las oportunidades que brindan las
TIC. También estamos comprometidos a garantizar que, en el desarrollo de las
aplicaciones y la explotación de los servicios de las TIC, se respeten los
derechos de los niños y se vele por su protección y su bienestar.
12. Afirmamos que el desarrollo de las TIC brinda ingentes oportunidades a
las mujeres, las cuales deben ser parte integrante y participantes clave de la
Sociedad de la Información. Nos comprometemos a garantizar que la Sociedad de la
Información fomente la potenciación de las mujeres y su plena participación, en
pie de igualdad, en todas las esferas de la sociedad y en todos los procesos de
adopción de decisiones. A dicho efecto, debemos integrar una perspectiva de
igualdad de género y utilizar las TIC como un instrumento para conseguir este
objetivo.
13. Al construir la Sociedad de la Información
prestaremos especial atención
a las necesidades especiales de los grupos marginados y vulnerables de la
sociedad, en particular los migrantes, las personas internamente desplazadas y
los refugiados, los desempleados y las personas desfavorecidas, las minorías y
las poblaciones nómadas. Reconoceremos, por otra parte, las necesidades
especiales de personas de edad y las personas con discapacidades.
14. Estamos resueltos a potenciar a los pobres, especialmente los que viven
en zonas distantes, rurales y urbanas marginadas, para acceder a la información
y utilizar las TIC como instrumento de apoyo a sus esfuerzos para salir de la
pobreza.
15. En la evolución de la Sociedad de la Información, se debe prestar
particular atención a la situación especial de los pueblos indígenas, así como a
la preservación de su legado y su patrimonio cultural.
16.
Seguimos concediendo especial atención a las necesidades particulares de
los habitantes de los países en desarrollo, los países con economías en
transición, los países menos adelantados, los pequeños países insulares en
desarrollo, los países en desarrollo sin litoral, los países pobres muy
endeudados, los países y territorios ocupados, los países que se están
recuperando de conflictos y los países y regiones con necesidades especiales,
así como a las situaciones que plantean amenazas graves al desarrollo, tales
como las catástrofes naturales.
17. Reconocemos que la construcción de una Sociedad de la Información
integradora requiere nuevas modalidades de solidaridad, asociación y cooperación
entre los gobiernos y demás partes interesadas, es decir, el sector privado, la
sociedad civil y las organizaciones internacionales. Reconociendo que el
ambicioso objetivo de la presente Declaración —colmar la brecha digital y
garantizar un desarrollo armonioso, justo y equitativo para todos— exigirá un
compromiso sólido de todas las partes interesadas, hacemos un llamamiento a la
solidaridad digital, en los planos nacional e internacional.
18. Nada en la presente Declaración podrá interpretarse en un sentido en que
menoscabe, contradiga, restrinja o derogue las disposiciones de la Carta de las
Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos, de ningún otro
instrumento internacional o de las leyes nacionales adoptadas de conformidad con
esos instrumentos.
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