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Naciones Unidas (ONU)  la Unión Internacional de Telecomunicaciones  

 

 

 


  

  SEGUNDA FASE DE LA CMSI, 16-18 DE NOVIEMBRE DE 2005, TÚNEZ
 
 Declaración de Uruguay

 

DECLARACIÓN DE URUGUAY

EMBAJADOR RICARDO GONZÁLEZ ARENAS

TÚNEZ, 17 DE NOVIEMBRE DE 2005

 

Sr. Presidente,

Señores Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de las Naciones Unidas,

Señores delegados,

Es un alto honor para la delegación del Uruguay estar presente en la ciudad de Túnez, cuyo nombre quedará desde ahora asociado a esta relevante empresa colectiva que es la de edificar una Sociedad de la Información para todos.

Quiero en nombre del gobierno de mi país agradecerles a las autoridades tunecinas el generoso esfuerzo que han desplegado para asegurar el buen éxito de esta reunión, no solo cuidando todos los aspectos organizativos y logísticos, sino también acogiéndonos de una forma tan hospitalaria como cordial.

Concluimos en Túnez la segunda fase de este proceso de negociaciones cuyo propósito es establecer los cimientos de la llamada Sociedad de la Información. Sin embargo, esta reunión Cumbre, lejos de ser un punto final, constituye solo el principio de un esfuerzo conjunto que de ahora en más, los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las demás partes interesadas deberán seguir profundizando, tanto a nivel nacional como regional e internacional, para alcanzar la meta de una Sociedad de la Información inclusiva y solidaria, orientada hacia el desarrollo y atenta a las necesidades de todos sus miembros.

Todos hemos asistido a esta verdadera revolución que se ha producido en el ámbito de las tecnologías de la información y de la comunicación. Un fenómeno de civilización sin precedentes que ha vuelto más estrecho el mundo, que ha acercado a las culturas y permitido difundir el conocimiento y la información a lo largo y ancho del planeta. Un fenómeno que hoy incursiona en todos los aspectos de nuestras vidas, transformado comportamientos y acumulado un enorme potencial para elevar el nivel de vida de nuestras sociedades.

Sin embargo, hasta el momento los frutos de este formidable avance no han sido equitativamente distribuidos.

Hay países menos dotados de medios tecnológicos susceptibles de aprovechar estas ventajas, hay sectores de población cadenciados que difícilmente acceden a los instrumentos básicos de la comunicación y de la información. Es necesario tener presente que tan solo un 11% de la población mundial accede a Internet, y entre ellos, casi del 90% habita en países desarrollados. A ello se suman también las problemáticas de género que impiden un pleno aprovechamiento de estas tecnologías por parte de mujeres y niñas.

En suma, la llamada brecha digital está compuesta en realidad por un variado mosaico de brechas de diversa naturaleza, siendo todas ellas el correlato digital de las grandes asimetrías económicas, sociales, tecnológicas, que afligen a nuestro planeta. El gran desafió de la comunidad internacional desde el inicio de este proceso ha sido el de convertir esas graves desigualdades en oportunidades digitales y facilitar el acceso a las TICs para aquellos países y sectores sociales menos favorecidos.

En ese sentido, los resultados que hemos alcanzado durante este proceso, jalonados por la Declaración de Principios y el Plan de Acción de Ginebra en diciembre del 2003 y ahora con los acuerdos finales de Túnez, abren ciertamente una puerta al futuro para que todas esas brechas comiencen a cerrarse. Este es un dato alentador.

Uno de los mensajes políticamente más relevantes que surgen de esta Cumbre, es precisamente la voluntad de todos los miembros de la comunidad internacional de evitar que la Sociedad de la Información se transforme en un nuevo paradigma de desigualdades entre estados y entre sectores de la población. En otras palabras, es necesario evitar que las dificultades de acceso a las TICs generen un nuevo tipo de pobreza y terminen marginalizando de este proceso a aquellos países o sectores de población menos favorecidas y económicamente más débiles.

Para eso, los compromisos obtenidos en esta Cumbre, destinados a movilizar recursos humanos, financieros y tecnológicos hacia objetivos muy precisos, serán de especial importancia para que los países lleven a cabo políticas públicas sustentables en estas materias, y que ellas se integren también en sus estrategias de desarrollo y de erradicación de la pobreza, conforme a las metas del Milenio. También resulta esencial que la Sociedad de la Información se asiente en el respeto de los derechos humanos, la justicia social y el diálogo entre las diferentes culturas y civilizaciones, asegurando la identidad y la diversidad cultural de los pueblos.

Uruguay ha participado activamente en todo este proceso y desea integrarse al mismo no solo como un consumidor o usuario de TICs, sino a través de un esfuerzo interno orientado a impulsar la ciencia, la tecnología y la innovación, a crear capacidades y contenidos locales, a potenciar nuestra industria del software y otras tecnologías de la información, incorporando creativamente las TICs a diversos ámbitos de la actividad nacional adecuándolas a nuestras propias realidades y necesidades.

Antes de finalizar, quisiera mencionar dos temas a los que asignamos una especial relevancia: el primero está referido a la educación. No existe un vehículo cualitativamente más importante para prepararnos ante los desafíos de la Sociedad de Información que la educación y la formación de nuestros niños y jóvenes. No existirán cimientos más sólidos para una Sociedad de la Información centrada en el hombre, que un sistema educativo no excluyente y de alta calidad. Esto debe ser un componente importante de las estrategias a nivel nacional, regional e internacional.

Y en segundo término, quisiera recalcar el rol crucial que tendrá la cooperación internacional y regional en la movilización de recursos, la creación de capacidades y la calificación de recursos humanos. Esto generará sin duda sinergias positivas entre los distintos sectores interesados que contribuirán a que los países en desarrollo se integren de una mejor manera en este proceso. El desafió que presenta la Sociedad de la Información requiere de nuevas y más dinámicas formas de solidaridad.

Sr. Presidente,

Para concluir, Uruguay apoya decididamente este esfuerzo colectivo de establecer una Sociedad de la Información que se ajuste a los principios acordados tanto en Ginebra como hoy aquí en Túnez. Una Sociedad de la Información que ciertamente no constituye un fin en si mismo, sino un instrumento donde la tecnología se pone al servicio de las grandes causas que promueve hoy la comunidad internacional, que no son otras que las de desterrar la pobreza, la marginalidad, el hambre, el desempleo y las desigualdades económicas y sociales, que desafían hoy la conciencia de nuestras comunidades.

Estamos convencidos que una Sociedad de la Información centrada en el hombre y orientada al desarrollo redundará no solo en una mejor calidad de vida de nuestras sociedades, sino también constituirá un valioso aporte a la paz, la seguridad y la justicia social en nuestro planeta.

 

 

 

 

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Actualizado el 2005-11-17