No hace mucho, cuando una ciudad proponía su candidatura como sede de los
Juegos Olímpicos, bastaba con que pudiera jactarse de una ubicación cómoda,
un entorno atractivo y características geográficas adaptadas. En la
actualidad, cuando se selecciona el lugar para los Juegos Olímpicos, el
"perfil tecnológico" de la ciudad candidata es uno de los criterios
fundamentales que considera el Comité Olímpico. La tecnología que gira en
torno a los Juegos actuales se ha descrito como "una compleja telaraña que
establece el nexo entre el sudor de los atletas y el público de todo el
mundo". Esta tecnología, aunque cada vez más perfeccionada, sigue siendo
en gran medida transparente para el público en general.
En los preparativos para acoger los Juegos de 1992, la ciudad de Barcelona
inició un programa exhaustivo de incorporación de los adelantos tecnológicos,
que abarcaba la construcción e instalación de fibra óptica y cables en banda
ancha, estaciones de enlace por satélite y antenas de comunicaciones. El
presupuesto total para servicios de información destinados a los Juegos fue de
9.7 millones USD, sin incluir el presupuesto para la Ciudad de la Prensa, que
costó 22 milliones adicionales.
El sistema AMIC, concebido para los Juegos, prestaba una amplia gama de
servicios de información computadorizada, por ejemplo, resultados, horarios,
estadísticas, orden de salida, características de los atletas, y datos
generales sobre temas como la historia del Movimiento Olímpico, la tradición
de la antorcha olímpica, las previsiones meteorológicas, la información sobre
transportes, etc. La información estuvo disponible en los cuatro idiomas
oficiales (catalán, español, francés e inglés) y se consultó el sistema más
de 8 millones de veces en el mes que precedió al comienzo de los Juegos y
durante la manifestación.
El sistema de información puesto a disposición de los comentaristas de la
prensa ofrecía a los periodistas una amplia gama de información básica que
les permitiría examinar los aspectos políticos, culturales, deportivos e históricos
de los Juegos; como ilustración del alto grado de perfeccionamiento logrado,
existía incluso un sistema de luces verdes, amarillas y rojas que indicaba en
los monitores el momento más oportuno para hablar.
Los sistemas de información de los Juegos de Barcelona estaban administrados
a través de una oficina central dotada de todas las normas de seguridad,
reflejo de la importancia de la contribución de las tecnologías de la
comunicación y la informática en el éxito del acto. Se contrataron a unas
5.500 personas encargadas del funcionamiento del centro, que trabajaron con
un sistema de rotación permanente para reparar cualquier pequeña avería tan
pronto como se produjera.
La principal estructura de telecomunicaciones consistió en una "red de
redes" basada en diversas tecnologías, incluidas las radiocomunicaciones,
el cable por fibra óptica, el cable coaxial, y los sistemas por satélites. Si
bien la mayor parte de esta infraestructura era invisible para el público, ante
la enorme demanda ejercida sobre el sistema de telecomunicaciones de Barcelona
fue necesario construir dos grandes antenas de comunicaciones. Una de éstas, la
antena Collserola a 288 metros es actualmente la estructura más alta de
España.
Situada en la cima de la colina Collserola, esa antena es el punto
descollante del sistema de telecomunicaciones de la ciudad, y sirve como estación
de base para los servicios de telecomunicaciones móviles, el enlace para la
transmisión de televisión y los servicios de apoyo por microondas; permite
asimismo establecer enlaces de datos, mediante una conexión por fibra óptica,
con el anillo digital metropolitano de Barcelona que conecta a las cuatro zonas
olímpicas.
La utilización de las telecomunicaciones durante la manifestación
propiamente dicha no tuvo precedentes. El sistema telefónico de Barcelona,
recientemente modernizado y digitalizado, permitió atender hasta 30.000
llamadas por hora. El contingente de la prensa, por sí solo, realizó alrededor
de 70.000 llamadas telefónicas por día, y los periodistas tuvieron asimismo
acceso a teléfonos capaces de transmitir señales vocales, datos e imágenes
(telefotos). Para atender a las necesidades de los numerosos visitantes que
asistían a los Juegos, la municipalidad debió aumentar el número de teléfonos
públicos en más del 40%, y durante los torneos se generalizó la tecnología
de los teléfonos móviles.
Las señales de televisión se transmitieron mediante una red por fibra óptica
de 150 km de largo, capaz de transportar simultáneamente muchas señales a
cerca de 11.000 terminales situados en las instalaciones olímpicas. Gracias a
los sistemas CATV fue posible sintonizar hasta 72 señales o canales, y los
productores de televisión podían seleccionar entre una amplia variedad de imágenes
al mismo tiempo. Algunas empresas de radiodifusión establecieron incluso sus
propias redes de área local, para mantener una conexión directa con sus sedes
de origen. Se recurrió a los sistemas por satélite INTELSAT y EUTELSAT para
difundir el material televisivo.
En los Juegos de Barcelona se pusieron a prueba asimismo los nuevos sistemas
de televisión de alta definición (TVHD). Como parte del proyecto Visión 1250,
resultante de la colaboración entre un grupo de importantes proveedores
europeos de equipo y la Unión Europea de Radiodifusión, todos los días se
produjeron 12 horas de programación directa o grabada con utilización de
TVHD.
El proceso de "informatización" iniciado en los Juegos Olímpicos
ha de continuar a un ritmo más perfeccionado en Atlanta. Se ha previsto sacar
el máximo partido de la telefonía móvil, las redes de datos de alta
velocidad, la Internet y los sistemas por multimedios. Al igual que la primera
experiencia de cobertura radiofónica, en los Juegos de 1924, y la primera
experiencia de cobertura por televisión en todo el mundo, en 1964, los nuevos
sistemas en línea y por multimedios han de cambiar para siempre nuestra manera
de seguir los acontecimientos deportivos más importantes. Los Juegos han de
convertirse en una manifestación interactiva, en que los espectadores no sólo
sean receptores pasivos de información, sino que también puedan seleccionar
activamente el tipo de información que desean y cuando la desean.
A través del principio de la universalidad olímpica, el COI procura
asegurar que todos los habitantes del mundo, donde quiera que se encuentren,
tengan acceso a una información y programación de la misma calidad sobre las
competiciones olímpicas. Si bien esta meta aún no se ha alcanzado, los nuevos
sistemas de la era de la información brindan la gran oportunidad de difundir el
mensaje olímpico a un mayor número de personas, y más eficazmente que nunca.
Equipo utilizado en los Juegos de Barcelona
Tecnología | Cantidad |
Teléfonos privados | 10.000 |
Teléfonos públicos | 1.000 |
Teléfonos normales | 2.000 |
Terminales fax | 617 |
Líneas Ibermic | 225 |
Terminales TMA | 407 |
Terminales de la prensa | 3.900 |
Terminales radioeléctricos troncales | 2.110 |
Transceptores portátiles | 3.800 |
Terminales de radiobúsqueda | 3.340 |
Aparatos de televisión | 10.000 |
Magnetoscopios | 1.200 |
Cámaras de TVCC | 470 |
Terminales portátiles para la prensa | 4.000 |
Terminales PS/2-AMIC | 1.510 |
Terminales PS/2-SIGO | 300 |
Terminales PS/2-CIS | 1.050 |
Terminales PS/2-SIR | 950 |
Terminales de DOCUMENTOS | 605 |
Computadores de ofimática | 715 |