Cobertura de los Juegos en los medios de comunicación


De una cobertura de prensa humilde en sus comienzos, los Juegos Olímpicos se han convertido hoy en el "espectáculo más grande del mundo". Sólo 11 periodistas cubrieron la primera edición moderna de los Juegos Olímpicos, celebrada en 1894 en Atenas. Hoy en día el contingente de la prensa representa el grupo más importante que converge en los Juegos, superando ampliamente a los demás servicios, e incluso, al número de atletas. El interés enorme y prácticamente universal que suscita esta manifestación y las consiguientes posibilidades de generar ingresos por concepto de publicidad, combinados con las imágenes maravillosamente percutantes -tanto animadas como inanimadas- que pueden surgir de las olimpiadas, se ha reflejado en la creciente atención que le han dedicado los medios de difusión en los últimos años.

En los Juegos Olímpicos de Barcelona, 147 estaciones de radio y televisión pidieron su acreditación para cubrir los torneos. Se las instaló en un espacio con comodidades excepcionales. El Centro Principal de la Prensa ocupaba más de 51.000 m2, es decir, dos veces y media más que el puesto a disposición en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, celebrado sólo ocho años antes. Este servicio funcionaba 24 horas por día, y atendía las necesidades de la prensa de todo el mundo, que trabajaban para respetar plazos desafiando los husos horarios. En su interior se habían instalado pantallas modulares gigantes que ocupaban todo el muro, y en los que se podía proyectar una imagen única de gran tamaño o muchas imágenes procedentes de diversos acontecimientos y lugares. Los periodistas podían utilizar 125 zonas de producción, una videoteca con la producción televisada de los Juegos, monitores conectados a cada torneo, un centro de telecomunicaciones, bancos de computadoras interconectadas que ofrecían instantáneamente los resultados deportivos, salas de prensa con capacidad para 1.200 personas y con servicios de traducción simultánea y líneas telefónicas especialmente preparadas para permitir la transmisión electrónica de fotografías con alta definición, entre otros servicios especiales.

Junto al Centro Principal de la Prensa se instaló un servicio especializado para representantes de la radio y la televisión. El Centro Internacional de Radiodifusión ocupaba más de 45.000 m2 y fue, durante los Juegos, la sede de la emisora anfitriona, RTO92, y de otras empresas de radiodifusión que habían adquirido los derechos. El Centro constaba de un conjunto de artefactos para producción de radio y televisión, servicios de edición y postproducción, cabinas para comentaristas, salas de equipos de telecomunicaciones y salas e instalaciones de reunión al servicio de unas 8.000 personas. Debido a la índole de la labor que allí se desarrollaba, el edificio estaba insonorizado y climatizado.

El aumento constante en el número de profesionales de los medios de comunicación refleja no sólo el manifiesto interés creciente y sostenido de la prensa y el crecimiento de la industria de los medios de comunicación en todo el mundo, sino también el perfeccionamiento continuo del equipo utilizado para transmitir los Juegos a la población de todo el mundo.