Discurso del Señor José Pileggi,
Presidente del Consejo Nacional de Telecomunicaciones, CONATEL- ECUADOR
Representante del Presidente de la República
La oportunidad de dirigirme a este magno foro, órgano supremo de Unión, es
única, al contar con la presencia de las más altas autoridades de
telecomunicaciones del mundo, por lo que aprovecho para expresarles mi mensaje,
con la seguridad que estamos en el momento oportuno para asumir
responsabilidades que nos competen y señalar nuestra opinión sobre el papel
que debe asumir la UIT para hacer más productiva su misión al servicio de la
humanidad.
La UIT está cumpliendo su papel protagónico en cuanto al desarrollo
tecnológico. Sin embargo, considero que queda mucho por hacer para establecer
las bases que pongan a las telecomunicaciones y las tecnologías de la
información y la comunicación al servicio del desarrollo humano integral. La
Conferencia Mundial de Desarrollo de las Telecomunicaciones estableció varios
programas para llevar adelante la ruptura de la inequidad existente, calificada
por el presidente de la República del Ecuador, Gustavo Noboa, como
"analfabetismo digital".
Es claro que muchos pueblos del mundo no conocen aún las formas elementales
de telecomunicación y mucho menos las nuevas tecnologías. Esta situación
ahonda las diferencias entre los países productores de tecnología y aquellos,
como Ecuador, consumidores.
Tradicionalmente, la UIT, en sus informes sobre desarrollo, ha establecido
como indicadores y medida la comparación de la penetración de los servicios de
telecomunicaciones y el producto interno bruto. Ciertamente, en la práctica,
las curvas de crecimiento de los parámetros de desarrollo de las
telecomunicaciones han estado relacionadas con el PIB. Sin embargo, la
creatividad de los pueblos busca romper esa inconveniente relación y establecer
nuevas formas o mecanismos que permitan acelerar su desarrollo, con la simple
aplicación de principios de justicia, en los que se tome en cuenta que los
beneficios de acceso a las telecomunicaciones son de la humanidad entera, por lo
que se debe propender a su distribución justa y equitativa.
Si bien los países productores de tecnología invierten continuamente altos
recursos humanos y financieros, para día a día potenciar el desarrollo
científico y tecnológico y el bienestar de su población; los países en
desarrollo, usuarios y consumidores importantes de dichas tecnologías,
contribuyen a su crecimiento como parte del mercado y con costos
significativamente mayores de los que disfrutan los ciudadanos de los países
desarrollados.
Bajo esta premisa, los Estados Miembros, en el Marco de la UIT y de la propia
organización de Naciones Unidas, a las puertas de la Cumbre de la Sociedad de
la Información, deben preparar, con responsabilidad, las bases para las
políticas de la Cumbre, por lo que se propone:
- Que los sistemas satelitales notificados por los Estados y ejecutados por
si mismos o por terceros, proporcionen capacidad de segmento espacial, sin
costo, para favorecer los programas de servicio universal que se
establezcan. Estos programas deben estar orientados a la prevención y
mejora de la salud, la educación, el trabajo, la protección del medio
ambiente y la ayuda oportuna en caso de desastres. Un porcentaje de las
capacidades espaciales que garanticen el derecho inalienable al acceso y la
información, la comunicación y el conocimiento.
- Establecer, como parte de la normativa o recomendaciones de la UIT, que se
destine un mínimo porcentaje del negocio de las telecomunicaciones para
contituir un Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones para, en
comunidad de acción con la empresa privada, destinarlos como contraparte de
recursos de programas multinacionales en beneficio de proyectos específicos
de países o grupos regionales. De esta manera, el Sector de Desarrollo
estaría en capacidad de implantar planes y programas efectivos para, por
ejemplo, lograr un amplio uso y difusión de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación.
Lo enunciado se basa en las experiencias de muchos países y grupos
regionales que ha establecido claras políticas sobre uso y beneficios de los
recursos naturales. Es así, por ejemplo, que por propuesta de Ecuador, la
Comunidad Andina de Naciones emitió una Decisión Comunitaria para establecer
que todos los sistemas satelitales que usufructen los recursos orbitales
asignados a la Comunidad Andina proporcionen, sin costo, el 2.25% de la
capacidad total de segmento espacial de los sistemas que se autoricen, destinado
a programas sociales de los gobiernos.
En cuanto a la conformación de un Fondo para el Desarrollo de las
Telecomunicaciones, Ecuador, con el ejemplo de muchos países, y a la par de la
apertura del mercado, ha establecido el Fondo para el Desarrollo de las
Telecomunicaciones en áreas Rurales y Urbano Marginales, que tiene como
objetivo financiar la prestación de servicios en el segmento de mercado que no
es atractivo para los grandes operadores. Esto es solo una pauta de cómo la UIT
puede programar fondos similares, para cubrir con servicios de
telecomunicaciones las áreas donde habitan los pueblos marginados y hacer
posible la consecución de sus objetivos.
Para finalizar, la visión de Ecuador en cuanto a la misión futura de la UIT
es que continúe siendo una institución líder para dirigir a la humanidad
hacia la Sociedad de la Información y el Conocimiento, y que, como resultado de
la Cumbre, sobre la base de este liderazgo, los Jefes de Estado y Gobierno
señalen el camino para la consecución de los objetivos de justicia y
solidaridad, para uso y aplicación de los avances tecnológicos en beneficio de
todas las naciones.
En el orden interno, con la apertura del mercado de las telecomunicaciones y
la conclusión del régimen de exclusividad de las empresas estatales, en los
últimos tres años, Ecuador ha dado un salto significativo al haber obtenido un
alto crecimiento de su penetración telefónica y en especial, con la
digitalización total de sus redes, ha implementado agresivos programas de
masificación de la Internet en todos los sectores, con especial énfasis en las
zonas rurales y urbano marginales.
Efectivamente, fortalecidos por el alto apoyo que la Agenda de Conectividad
para las Américas recibió durante la reciente Conferencia Mundial de
Desarrollo, donde tuve el honor de presentarla en nombre de los Estados
Americanos que conforman la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones, y al
haber sido considerado como un programa de alta prioridad para la UIT, Ecuador
desarrolló su propia Agenda Nacional de Conectividad, y la declaró Política
de Estado.
Bajo las pautas y recomendaciones establecidas en la Agenda de Conectividad
para las Américas, se han establecido, de manera participativa con la sociedad
civil, el sector privado y el sector público, programas dirigidos a
proporcionar bienestar a sus habitantes; disminuir las brechas entre regiones y
grupos sociales; impulsar la democracia como forma de vida en todos los campos
de acción humana; promover la tolerancia y el respeto para la convivencia
social; coadyuvar a la madurez política y facilitar medios para que los
habitantes del país transformen e innoven constantemente sus condiciones de
vida desde una perspectiva integral de desarrollo humano. Ecuador asumió estos
programas como una estrategia nacional de superación y combate a la pobreza y a
las desigualdades sociales.
Muchas Gracias.
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