Conectividad internacional – A gran problema, grandes medios financieros
Para el observador ocasional, Internet y las redes telefónicas de todo el
mundo son exactamente lo mismo. De hecho, damos por sentado todo tipo de
conectividad internacional. Efectuamos y recibimos llamadas entre redes fijas y
móviles, esperamos que Internet nos ofrezca incontables aplicaciones y servicios
complejos, y que todo funcione y sea compatible, estemos donde estemos y sin
preocuparnos por cómo circula el tráfico alrededor del mundo.
De hecho, esta red aparentemente ininterrumpida, que a menudo se califica de
máquina más grande del mundo, está compuesta de centenares de miles de subredes.
El mundo de las telecomunicaciones es fundamental e indiscutiblemente un mundo
interconectado: los operadores y proveedores de servicios conectan a los
usuarios, pero también se conectan unos con otros de un lado a otro del mundo.
En esta arquitectura, las redes se interconectan de manera muy compleja para
alcanzar el objetivo global de conectividad ininterrumpida. La UIT está en
primera línea, especialmente en el mundo de la telefonía, para velar por que las
interconexiones sean adecuadas, fiables y reproducibles por todos.
Hace treinta años, la mayoría de los países tenían sólo una administración de
telecomunicaciones, casi siempre pública. Apenas existían los tipos de datos que
viajan actualmente por Internet y las redes de comunicaciones móviles, pero la
desreglamentación desaforada del mercado ha creado muchos miles de nuevos
proveedores de servicios y la tecnología ha generado muchísimas nuevas
aplicaciones. El problema es que todas estas redes deben estar interconectadas,
las redes fijas se deben conectar a otras redes fijas o móviles, las redes
móviles se deben conectar a otras redes móviles o fijas, y las redes de Internet
deben conectarse con todas las demás.
Actualmente, las relaciones entre los actores del mercado son mucho más
complejas, pero sigue siendo necesario gestionarlas. Las redes se interconectan
a nivel nacional e internacional para garantizar un servicio ubicuo. A escala
nacional se aplican las reglas del mercado y la legislación nacional. A escala
internacional, los principios son los mismos, pero al no haber un regulador
oficial de las comunicaciones mundiales que tenga las atribuciones necesarias
para aplicar principios o mecanismos a escala internacional, los países y
operadores deben negociar principios y acuerdos generales en beneficio de todos.
¿Quién paga?
La dura realidad es que, cuando alguien en algún lugar utiliza un servicio de
telecomunicaciones y paga la factura correspondiente, los proveedores de
servicios interconectados que intervienen en ese servicio también deben liquidar
de alguna manera la cuestión de la facturación. Puede parecer muy misterioso,
pero es fundamental, sencillamente porque los flujos financieros resultantes son
inmensos: muchos miles de millones de dólares transitan anualmente por el
sector, entre operadores y también entre países. Los procesos de liquidación son
suficientemente complejos para que una Comisión de Estudio del UIT-T se dedique
exclusivamente a examinar principios de tarificación y contabilidad
1 .
La interconexión y facturación telefónicas internacionales han evolucionado
principalmente sobre la base de los principios rectores elaborados por la UIT.
Estos principios han dado lugar (en la mayoría de los casos) a una estructura en
la cual los proveedores de servicios interconectados negocian bilateralmente
para gestionar sus acuerdos contables.
La UIT es custodio de instrumentos internacionales con categoría de tratado,
tales como el Reglamento de las Telecomunicaciones Internacionales (RTI) que es
el tratado mundial vinculante en el que se especifica el tipo y la naturaleza de
la conectividad, facturación y contabilidad internacionales. La UIT está
estudiando actualmente si es necesario actualizar esos instrumentos antes de
2012. También está prestando particular atención a la posible actualización de
las Recomendaciones de la serie D 2,
compañeras de hecho del RTI, que el UIT-T publica para normalizar las prácticas
de interconexión internacionales de los proveedores de servicios.
A escala internacional pueden plantearse complicaciones, especialmente cuando
redes de países desarrollados se interconectan con redes de países en
desarrollo. Tráfico, demanda, tarificación, facturación y flujos financieros no
sólo están relacionados entre sí, también están estrechamente vinculados con el
crecimiento de la conectividad propiamente dicha con poblaciones
insuficientemente atendidas de todo el mundo, que les permite entrar en la
economía digital. Se han mencionado, entre otros, estos temas fundamentales:
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Los costes elevados de las pasarelas internacionales en
muchos países obstaculizan considerablemente el desarrollo, ya
que a menudo mantienen a un nivel muy alto los precios de la
conectividad Internet (y telefónica) para los consumidores. Unos
costes más reducidos podrían generar, en cambio, un aumento del
número de usuarios y del tráfico, una extensión de la redes y,
en última instancia, más inversiones, creando así un círculo
virtuoso. Así pues, la interconexión está relacionada con el
crecimiento de la red, las cuestiones de servicio universal y
otros aspectos de lo que llamamos "externalidades de red", donde
el crecimiento de la red beneficia a todos sus usuarios. Ahora
bien, ¿cómo podría una política de interconexión incitar a los
proveedores de servicios a bajar sus precios y tarifas
transfronterizos?
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Los sistemas de interconexión entre proveedores de servicios
en Internet y en las redes telefónicas tradicionales han
evolucionado de manera muy diferente. Para todos los proveedores
de servicios, sin embargo, la aparición de las redes de la
próxima generación (NGN) basadas en el protocolo Internet (IP)
podría cambiar radicalmente el paisaje de las infraestructuras
de red, ya que las NGN utilizan estrategias de interconexión
diferentes gracias a la mejora de las arquitecturas.
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La nueva situación es muy compleja. Una aplicación solicitada
por un usuario puede parecer un todo homogéneo pero, en
realidad, es una combinación de muchos servicios de redes
diferentes con sus propias características. Además, los métodos
de tarificación y contabilidad pueden cambiar, pero también
pueden tener consecuencias para otros aspectos de la
interconexión, tales como la calidad de servicio (QoS). ¿Cómo
deben evaluarse todos estos factores?
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La conexión internacional de redes móviles también es
difícil. Las tasas de itinerancia y de otro tipo, especialmente
en el tráfico de datos transfronterizo, siguen siendo muy
elevadas en muchos mercados. Entretanto, las tasas de
terminación móvil, es decir el importe facturado por el operador
de destino para completar una llamada, también han sido
examinadas cuidadosamente por los legisladores de la Unión
Europea y otras regiones. A este respecto, ¿es necesario que los
reguladores intervengan en la conexión internacional de redes
móviles? Y, si así es, ¿qué reglamentación deben adoptar?
1 Comisión de Estudio 3 del UIT-T: .
2 Recomendaciones de la serie D del UIT-T:
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Principios de tarificación y contabilidad, incluidos los temas relativos a economía y política de las telecomunicaciones
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